• Para realizar un buen jabón de uso cosmético, perfectamente saponificado, y con unas excelentes cualidades limpiadoras y emolientes se tienen que tener ciertos conocimientos y elaborar unas fórmulas muy precisas de acuerdo con la tabla de índice de saponificación para conocer la cantidad exacta de hidróxido de sodio (sosa caústica), dependiendo del tipo de aceite que vayamos a utilizar.
Si hay un exceso de sosa, el producto resultante será una masa cáustica inservible; mientras que si por el contrario, la cantidad de sosa es insuficiente, el producto resultante será una mezcla grumosa de aceites, que en nada se parecerá tampoco al jabón.
También hay que calcular la cantidad de agua o líquido exacto que vamos a emplear en la elaboración de nuestro jabón.
Y tener en cuenta otros añadidos para darle a nuestros jabones ciertas cualidades terapéuticas como: aceites esenciales, hierbas, plantas, cereales, arcillas, etc.
• Es necesario pesar todas las cantidades (de líquidos, aceites e hidróxido de sodio) en gramos de manera exacta con una balanza o peso de precisión.
• Hay que tomar ciertas medidas de seguridad ( guantes, gafas de protección, ventilación adecuada, etc.) ya que la sosa caustica es muy corrosiva, y tener siempre vinagre a mano, ya que en caso de salpicadura, neutralizaría la sosa.
• El jabón artesano que hacían nuestras abuelas no sirve para uso cosmético ya que tiene un gran contenido de sosa caustica y es muy agresivo para la piel, además de ser elaborado normalmente con aceite reciclado de la cocina en el que se freían todo tipo de alimentos como carnes, pescados, etc. Y,además, era sometido a altas temperaturas, con lo cual perdía todas sus propiedades originales. Mejor usar aceites vegetales crudos de primera presión en frío, que conserven todas su propiedades. El jabón de la abuela es excelente para limpieza de suelos y ropa pero no para nuestra piel.
Si elaboráis los jabones con estas indicaciones, tendréis unos jabones artesanos naturales cosméticos y terapéuticos de excelente calidad y muy saludables para la piel. Y cuando empecéis a hacerlos no podréis parar, os quedaréis irremediablemente enganchados al mundo jabonil. ¡Ánimo! Es mucho más fácil de lo que parece y muy gratificante!
Os recomiendo mi taller para iniciarse en el mundo de la fabricación de los jabones artesanos naturales.
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