Tarta de galletas con chocolate sólo para mayores

¡No podrás parar de comer! Los mayores también somos golosos y nos merecemos nuestras propias chucherías.

Se trata de una tarta de galletas muy fácil de hacer que no necesita horno y que está realmente exquisita pero que tendrás que mantener fuera del alcance de los niños porque es sólo para adultos ya que lleva café y, opcionalmente, puede llevar un poquito de licor.

Ingredientes:

Para el cuerpo de la tarta;

• 3 paquetes de galletas tipo maría dorada
• Café
• Azúcar moreno de caña
• Crema de cacao (tipo nocilla o nutella)
• Un chorrito de crema de orujo, crema de whiskey o brandy (opcional)

Para el ganache de chocolate negro (cobertura):

• 200 grs de chocolate de negro para repostería (al menos 53 % de cacao)
• 200 ml de nata para montar (35 % materia grasa)

Elaboración:

Hacemos café negro. Yo he puesto una cafetera italiana de las grandes (de 9 tazas). Una vez hecho el café, lo ponemos en un bol y lo endulzamos con azúcar moreno de caña (de 4 a 6 cucharadas soperas). Le podemos añadir un chorrito de licor (en esta ocasión no se lo he puesto).

Por otro lado vamos untando cada galleta con la crema de cacao y la cubrimos con otra, como si hicieramos sandwiches.

Vamos mojando cada sandwich de galleta en el café, que se empape bien y los vamos colocando en un molde de galletas desmontable. Como he usado galletas redondas, he tenido que hacer un poco labor de tetris, a veces cortando las galletas para cubrir los huequecillos. He usado un molde cuadrado y me ha dado para tres capas de galletas.

Hacemos el ganache de chocolate como cobertura para la tarta de la siguiente manera;

Troceamos el chocolate y lo colocamos en un bol. Ponemos la nata en un cazo al fuego y cuando comience a hervir, la retiramos del fuego y la volcamos sobre el chocolate. Esperamos un ratito y cuando veamos que el chocolate se ha deshecho, removemos con unas varillas hasta que consigamos una crema homogénea.

Vertemos el ganache de chocolate sobre las galletas y metemos la tarta en la nevera. Cuando esté fría desmoldamos y ¡a hincarle el diente!