El aceite para bebés habitual que se suele utilizar (no diré marcas, aunque también los hay de marcas blancas) es un aceite mineral, derivado del petróleo, un subproducto que es incoloro e insípido. No deja respirar la piel y es como si envolviéramos a nuestro bebé en film de cocina.
El aceite de almendras dulces, primera presión en frío, es un aceite vegetal 100% natural, ideal para pieles sensibles, sobre todo para embarazadas y bebes.
Su principal propiedad es la hidratar sin obstruir los poros de la piel y ademas es emoliente, suavizante, desinflamante y regenerador. Una gozada.
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