Aunque soy más de tés e infusiones, me gusta, de vez en cuando, tomarme una deliciosa taza de café humeante (con o sin leche) y dejar que ese aroma tan exquisito invada toda la casa.
Podemos dar un toque especial y diferente a nuestros cafés aromatizándolos.
Una idea sería mezclar nuestro café (recomendamos comprarlo en grano y molerlo en casa) con especias y otras cosillas, como una o dos ramas de canela, unos cuantos clavos de olor, algunas vainas de cardamomo abierta, una vaina de vainilla cortada por la mitad, unos granos de pimienta, piel de citricos, frutos secos como las avellanas, cacao puro en polvo, etc. Como véis hay muchas posibilidades, desplegad vuestra imaginación.
Otra idea, si vamos a tomar el café con leche, sería infusionar la leche con los ingredientes deseados. Si vamos a añadir espuma de leche o nata montada al café, lo más fácil sencillo es espolveorear por encima por ejemplo canela, nuez moscada o cacao en polvo.
Y por último si queremos dar una nota "spirituosa" a nuestro café podemos añadir un chorrito de algún licor afrutado como el de cereza o Kirsch, avellana, bellota, almendra, melocotón, manzana verde...
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