El sabor a galleta de la masa junto con la acidez natural de la fresa, son una combinación perfecta. No es la tarta típica de cumpleaños pero... ¡Está tan rica!
Ingredientes:
• 330 g harina
• 160 g mantequilla fría cortada en dados
• 130 g azúcar
• 1 chorrito de extracto de vainilla
• 1/2 kilo de fresas (le he puesto fresones de Palos, jijijiji)
• 2 cucharadas de azúcar moreno de caña
• 1 cucharadita de canela en polvo
Elaboración:
Se ponen la harina, el azúcar, la vainilla y la mantequilla en un bol y con las manos se trabajo hasta conseguir una masa de consistencia arenosa, deshaciendo todos los dados de mantequilla.
Por otro lado, lavamos las fresas, les quitamos los rabitos, las cortamos en rodajas y las ponemos en un bol con el azúcar moreno y la canela para que la fresa vaya soltando su juguillo.
Con la mitad de la masa arenosa se cubre el fondo de un molde de tarta. Encima, se distribuyen las fresas con el azúcar y la canela de una manera uniforme y, después, se cubren con el resto de la masa de modo que quede haciendo grumos.
Se hornea a 200º durante unos 30 minutos. Hasta que comience a dorarse. Se saca del horno, se deja enfriar y... ¡A comer!
Como la masa no es compacta, se desmorona un poco al servirla, pero está deliciosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario